En la industria del recubrimiento, ya sea para recubrimiento en polvo, electrodeposición o pulverización de pintura líquida, los bastidores juegan un papel fundamental. No solo soportan el peso de las piezas y facilitan la aplicación del recubrimiento, sino que también suelen tener una función conductora. Sin embargo, después de múltiples ciclos de recubrimiento, la acumulación de pintura en la superficie del bastidor puede aumentar, reduciendo la conductividad e incrementando los efectos de blindaje. El uso continuado puede dificultar o incluso impedir la correcta adhesión del recubrimiento a las piezas. Por lo tanto, la limpieza de los bastidores es esencial para asegurar su uso efectivo continuado. A continuación se presentan algunos métodos de limpieza comúnmente utilizados para su referencia.
1. Limpieza por pirólisis a alta temperatura
La pirólisis a alta temperatura es actualmente el método más común y ampliamente utilizado para limpiar los bastidores de recubrimiento. Este método utiliza altas temperaturas para carbonizar aún más la resina y los aditivos del recubrimiento, seguido de un tratamiento con niebla de agua para pulverizar el recubrimiento carbonizado, logrando en última instancia una eliminación efectiva del recubrimiento de la superficie del bastidor.
Los métodos de pirólisis comunes incluyen la sinterización directa y la sinterización en horno de pirólisis. La sinterización directa requiere una menor inversión en equipos, pero es menos respetuosa con el medio ambiente, con mayores emisiones de gases residuales y resultados de limpieza inferiores en comparación con la sinterización en horno de pirólisis. Si bien la sinterización en horno de pirólisis implica mayores costos iniciales de equipo y gastos operativos, ofrece resultados de limpieza superiores.
2. Limpieza por chorro de arena mecánico
Las máquinas de chorro de arena demuestran una eficacia significativa en la eliminación de recubrimientos de las superficies de los bastidores, especialmente para los bastidores con espesores de recubrimiento desiguales o estructuras complejas. Para asegurar la eliminación completa del recubrimiento sin dañar la delicada estructura o la rugosidad superficial del bastidor, es crucial optimizar los parámetros del proceso de chorro de arena. Esto implica ajustar con precisión factores como la presión de chorreado, el tipo y tamaño de partícula del medio, la velocidad de movimiento y el ángulo de la pistola de pulverización para lograr una limpieza eficiente y precisa. Al controlar cuidadosamente estos parámetros, se pueden eliminar eficazmente varios recubrimientos preservando la forma y textura originales del bastidor, asegurando que no haya impacto en el uso posterior.
Para los bastidores con recubrimientos gruesos (por ejemplo, recubrimientos en polvo de 10 mm), el chorro de arena mecánico por sí solo puede no ser ideal. Si es factible, ablandar o carbonizar el recubrimiento antes del chorro de arena puede mejorar significativamente la eficiencia de la eliminación del recubrimiento.
3. Limpieza a alta presión (abrasiva)
Algunas prácticas de la industria implican la limpieza a alta presión. Para los bastidores recubiertos con películas de pintura a base de agua suaves y sin hornear, un chorro de agua a alta presión puede lavar eficazmente el recubrimiento. Sin embargo, para los bastidores con películas de pintura húmeda electroforética sin hornear pero secas, los chorros de agua a alta presión por sí solos a menudo son insuficientes, lo que requiere el uso de medios abrasivos para eliminar el recubrimiento de manera efectiva.
4. Limpieza por hinchamiento químico
El hinchamiento químico implica sumergir los bastidores en un decapante de pintura o aplicar el decapante a la superficie. Los componentes del decapante penetran rápidamente en el recubrimiento, haciendo que se ablande e hinche, lo que lleva al desprendimiento del recubrimiento. Los decapantes de pintura comúnmente disponibles son ácidos, con componentes principales que incluyen disolventes orgánicos, co-disolventes, activadores, espesantes y agentes anti-volatilización. El uso de decapantes de pintura es sencillo: sumerja la pieza recubierta en el decapante durante 0,5 a 5 minutos, durante los cuales el recubrimiento viejo se hincha y se levanta. Posteriormente, retire las escamas de pintura residuales con un chorro de agua a alta presión y enjuague a fondo con agua limpia.
Además de estos métodos, se puede utilizar el esmerilado manual según sea necesario, o se pueden esmerilar áreas conductoras específicas para cumplir con los requisitos de conductividad. La elección del método de limpieza debe basarse en factores como la disposición de la línea de producción, las regulaciones ambientales y la inversión en equipos.


